EL PLAN PERFECTO TENER UN HIJO, ESCRIBIR UN LIBRO, PLANTAR UN ÁRBOL.
08.06.2012 16:39
La vida es aquello que planeamos mientras ésta va pasando.
John Lennon
He peleado la buena batalla, he ganado con fe, ahora me dirijo al centro de la vida.
Pablo de Tarso
La vida es tan fenomenal que aunque la muerte llega, ésta sigue en pie, sino me creen pregúntele a Cristo, que ha caminado conmigo todos estos años, mientras algunos afirman que está muerto o colgado en una cruz.
CZY
Pareciera que el día comienza de manera fenomenal, he cumplido mis 34 primaveras y comienzo a vivir, comienzo a abrir los ojos, comienzo a ver con claridad, por primera vez mis ojos son abiertos a mucha cosas que estaban en penumbras y todo ha sido porque me deje caer y cuando hice esto, deje el control de mi vida al Creador/a, y él/ella, ha estado conmigo en todas y cada una de mis decisiones.
Las personas nunca o casi nunca están de acuerdo con alguien como yo, ¡estoy loco!, pero como dijera otro loco, ¿quién no lo está?, he disfrutado de las delicias de la vida, he viajado, he escrito (escribido dijera mi hijo), tengo dos hijos y he plantado un árbol (o más de uno).
Mi padre (Manuel Meza-Coria) siempre decía, si quieres vivir en paz y ser un humano completo debes: Tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Estas cosas ya las he realizado y pensé en echarme a tierra y rascarme la panza, pero no fue así, no era tan sencillo, no era tan barato, ¿mi papá se equivocó?, ¡claro que no!, más bien, yo no había entendido el plan, hasta hoy.
La idea de ser o hacer las cosas conforme uno cree es maravillosa, pero la idea de dejarse caer y ver como Dios te da alas, es fenomenal, porque esa idea se hace realidad cuando en realidad “te dejas caer”.
Despojarte de ti y comenzar a dejar que él crezca es maravilloso, pero loco, él/ella es fantástica, pero no cabe en un mundo tan neurótico, el costo es complejo, el mundo es bueno, que digo bueno, es exquisito, al grado que Cristo se hizo carne y otros iluminados se han hecho dioses.
Parece fantástico lo que digo porque ¿cómo que otros se han hecho dioses?, ¡claro!, se han despojado para que él/ella crezca. Cuando eso pasa, el universo se mueve y entonces dejas de ser humano, y te conviertes en él/ella, no podría ser de otra manera y ahora que lo pienso creo que al mismo tiempo en realidad te haces humano.
El plan perfecto no radica en riquezas, en fama o fortuna, no radica en salir en las primeras planas de la prensa, o en la TV, o en ser el número uno en todo (o creer serlo), creo, hoy creo, que el plan perfecto radica en dejarte caer, en dejar que él/ella sea en ti y tú seas en él/ella, es decir, menguas mientras él/ella crece.
Entonces ¿a qué se refería mi padre? Quiero pensar que cuando decía “tener un hijo”, no es para tenerlo y ya, sino para crecer con él, no por él, ni tampoco que te realices en él, sino verlo como descubre que tiene alas y verlo volar. Tener un hijo es darte cuenta que eres tan niño como él y que él es tan maduro como tú crees serlo, tener un hijo es reaprender a amar sin miedos, sin tapujos, sin defensas, sin mentiras y sin estilos, simplemente amar.
Escribir un libro es más que poner letras en una hoja, o golpear el teclado, es desprenderse del ser y plasmarlo para que otros tengan la oportunidad de crecer mientras tú menguas.
Plantar un árbol, tiene que ver con el cuidado de la naturaleza, no es simplemente plantar un árbol, sino cuidar la naturaleza, el plantar no es, llegar, hacer un hoyo, meter una semilla, y regarla, es algo más integral, tiene que ver con amarlo, protegerlo, cuidarlo y respetarlo, y cuando estas lejos de él, hacer lo mismo con los hermanos árboles.
La idea de planear es linda, pero a veces nos olvidamos de disfrutar el paisaje. Existen personas que corren mientras viven, es decir, creen que deben vivir desenfrenados, a todos nos pasa, sobre todo cuando somos adolescentes y jóvenes.
Nos queremos comer el mundo, pensamos que se nos ira la vida, no nos detenemos, el problema es que cuando crecemos seguimos el mismo ritmo de vida, no hay momentos de quietud, no hay momentos de detenimiento, no hay momentos de paz.
Pensamos que estar en paz es estar sin hacer nada, pensamos que estar solos, es no ser sociables y pensamos que callar es ser cobardes, pero no es así, a veces necesitamos respirar y dejar de planear para que él/ella realice su plan, que es perfecto.
No tiene que ver con una vida de austeridad, ni tampoco de amargues, al contrario, tiene que ver con una vida de opulencia y felicidad, pero saben, ahora creo que es una vida compartida.
Ahora entiendo a papá Manuel, compartimos y nos hacemos humanos cuando lo hacemos como él/ella quería o quiere.
Con mis hijos (teniéndolos y atendiéndolos), con los demás (a través de tus libros), con la naturaleza (plantando un árbol).
El plan perfecto es grandioso porque lo compartes con los demás y los demás lo hacen con los demás, es una cadena increíble y a la vez indestructible.
La idea es que al final del camino puedas saber que el plan perfecto no tiene que ver con la fama, ni con la fortuna, sino con aprender a vivir y vivir aprendiendo, eso es lo fantástico del plan perfecto.
Se perfecciona no es tus talentos, sino en tus debilidades, porque en tus debilidades descubres que si no fuera por él/ella entonces estarías frito, pues él/ella, siempre está dispuesto, siempre está creyendo, siempre está ahí.
A veces en el consultorio las personas quieren manipular todo (yo sé lo que es eso, soy manipulador), otros quieren controlar y eso les causa frustración, pero cuando te dejas caer no hay que manipular, ni que controlar, sólo confías, y eso te da esperanza, y la esperanza genera fe y la fe paciencia y la paciencia paz, todo tiene su tiempo y su orden, no lo alteres, no lo quieras dominar, al final siempre se hará lo que es mejor para ti, y tú sabrás que es la verdad y lo mejor.
Los planes perfectos surgen en los momentos menos esperados, recuerdo una frase muy rica “la condición para un milagro es la dificultad, para un gran milagro es la imposibilidad” los planes perfectos se hacen en la imposibilidad, y, él/la única que puede hacer esto se llama Dios.
Para algunos esto es anormalidad, pero quién te dijo que Dios era normal, eso que algunos llaman imposible son cosas que no han visto jamás, por eso es imposible, porque no entienden como uno puede estar tranquilo, pero uno está tranquilo porque está viendo y viviendo con él/la invisible.
Por eso hoy que descubro que me hacen falta 130 años más para vivir, creo que tengo mucho que aprender y mientras lo sigo haciendo sigo educando. La idea es sencilla, déjate caer, total, sólo pueden suceder dos cosas:
1. Él/Ella estará ahí para cacharte;
2. Él /Ella te dará alas para volar.
Que mejor plan para comenzar mis 34 años, dejarme caer y seguir Escribiendo libros, plantando árboles y quien quita y tenga otro hijo.
Con amor.
Pbro. Marco Antonio Meza-Flores
Teólogo y Psicólogo Clínico
reverendo_czy@hotmail.com