MI RALPH INTERNO
"Soy malo y eso es bueno, yo jamás seré bueno y eso no es malo, No hay nadie que quiera ser más que yo".
De Ralph el demoledor
Alguna vez han visto la película de “Ralph el demoledor”, es impresionante, hay tanto que analizar en ella, aparte de ser muy divertida, pero si uno analiza a los personajes uno comienza a darse cuenta que puede ser alguno de la película. Estos son los personajes que más se ven:
- Ralph el demoledor= El malo
- Félix = el bueno
- La sargento calhoun = su pasado terrible
- King candi/Turbo = el que pisotea a todos para llegar a su fin
- Vanellope von schweetz= la Falla
- El grupo de corredoras = las intolerantes
- El grupo de los malos = Grupo de ayuda.
Ralph “el malo”, en realidad es un ser con un corazón noble, pero “el programador” de ese juego escribió que él tenía que hacerla de malo, a sus 30 años de existencia, Ralph, sufre una crisis existencial la pregunta ¿por qué tengo que ser malo? lo lleva a un grupo de ayuda… “el grupo de los malos".
Ahí podremos ver a Zangief y Bison ambos de “Street Figther”, aquel juego de los 80 que alcanzó un éxito magistral, también veremos a un zombi, a Satin y al famoso fantasma naranja de Pacman, que es el anfitrión, y digamos, el que lleva la sesión del grupo, posiblemente por ser el más viejo de todos los video juegos que ahí aparecen.
Ralph parece estar cansado de que lo etiqueten sin conocerlo, cuando otra persona lo ve dice “un malvado”, pero no lo conocen, sólo conocen lo que hace, lo que le tocó hacer, lo que dijeron que tenía que hacer, pero no a él como persona, él es “una etiqueta, un mote, un estereotipo” pero no es Ralph.
La regla del juego es “tienes que ser lo que te dijeron que tenías que ser”, pareciera que escucho algunos padres, pastores, sacerdotes, profesores y hasta amigos: “no debes ser esto o aquello”, “te morirás de hambre si no haces esto o aquello”, “se realista” y muchas otras cosas más, parece ser que como en la película, uno debe resignarse a la vida que se supone uno construyó, y ni de chiste intentar cambiar su mundo, pues, si lo hace, entonces comienza un desorden y te llamaran “revolucionario, rebelde, hereje y hoy día posmoderno o como algunos me dicen, emergerte”…
A primera vista la película nos deja una impresión interesante, te dice: “esto es lo que te tocó ser y no puedes ser otra cosa”, pero mientras va caminando la historia se va haciendo más y más interesante, porque, no sólo Ralph se rebela contra el sistema, sino que son muchos los que lo hacen, es más el mismo Félix lo hace, al enamorarse y al salir de su juego.
Pero les pregunto ¿Cuántos de ustedes a veces quisieran cambiar sus formas de vivir, cuántas veces no les molesta que los etiqueten por ser médicos y siempre te preguntan una receta, o psicólogos y siempre creen que andas analizando a todos, u obrero y te ven como que no sabes o flojo para estudiar… cuántos?
Ralph cambió el rumbo de su historia, a él no le gustaba ser el malo, al principio a lo mejor pues era algo nuevo, algo in, pero después, dejo de ser in, vivía solo, no lo tomaban en cuenta, estaba solo, no tenía amigos, al menos no los de su juego, ellos lo rechazaban por “ser el malvado”, pero extrañamente el juego no se llama “Félix el reparador”, sino se llama “Ralph, el destructor”, es decir, él es el actor principal, pero a los demás se les había pasado ese pequeño dato.
Cuando Ralph decide ganar su propia medalla se mete en problemas, pues “se está saliendo del guión escrito”, sin embargo, estos problemas nos enseñan de qué está hecho el verdadero Ralph, es un tipo bueno, que ayuda a Vanellope no sólo a construir un auto, a demostrar que no es una falla, sino a devolverle la vida que otro le robo.
Así es, en el mundo tendremos nuestros turbos, aquellos que pisotean a otros para llegar a sus metas, que no les interesa, ni el dolor, ni el sabor, mucho menos el sentir de los demás, sino que usurpan lugares, pisotean, aniquilan, se hacen tóxicos.
Esos que, con tal de llevarse las palmas son capaces de matar a otros, a lo menor no físicamente, pero si internamente, esos que sacan su poder, sus estudios, su grandeza (de tamaño), o sus músculos para intimidar.
Sin embargo Vanellope le decía que no era así, ella misma dice “nací con el código de corredora”, ¿por qué entonces no correr?, también se rebela contra el sistema, ¡no!, ella se rebela contra el tóxico y le dice basta.
Pero hay una parte de la película que me dejó helado, cuando Félix conoce a la Sargento Calhoun dice “siempre es así de intensa” y uno de los soldados le dice: “la escribieron con el pasado más tormentoso”…
La Sargento Calhoun había sufrido la pérdida de su esposo el mismo día de su boda, cuando un Cy-bug se lo tragó, entonces ella se amargó y así se la pasaba siempre amargada, su pasado era un sofá que le recordaba que no había por qué vivir, sólo destruir a los Cy-bugs que le recordaban su miserable suerte.
¿Cuántas veces no vivimos así, cuantas veces no recordamos nuestro pasado, cuantas veces no nos tortura ese pasado, cuántas veces no queremos que el pasado ya no duela?, muchas, infinidad de veces, pero eso es imposible, el pasado duele, pero no quiere decir que deba seguir sufriéndolo.
Qué, si me dijeron que era malo y quiero ser bueno, manda todo a la jodida, y se, lo que TÚ quieras ser, no es lucha de egos, el ego no es más que un perro rabioso que te dice qué debes hacer y por qué debes hacerlo, aunque tu ello te diga, naciste para ser libre.
Le tenemos tanto a la libertad que preferimos amarrarnos y dejar que otros nos digan cómo debemos vivir y cómo debemos pensar, desde la casa, la escuela y la iglesia nos dicen ¿cuáles son las reglas que debo seguir y las que no sino no me querrá? Y entiendo que Maslow nos haya dicho que tenemos la necesidad de estar dentro de un grupo, pero ¿quién escoge el grupo por mí, yo o los demás? Y si los demás lo hacen ¿por qué no hago yo mi propio grupo y listo?
Ralph es la respuesta de muchas de nuestras plegarias, él te invita a abandonar tu zona de confort, deja de lacerarte y deja de decir “soy lo que soy porque yo decidí serlo”, si es cierto, ¡qué bien! te felicito, pero si no, debes analizarte, porque con el tiempo quedarás frustrado por ser lo que no eres y por lo que otros te dijeron que fueras.
Félix, “el bueno”, en realidad amaba a Ralph, era su compañero, al grado que sale a buscarlo, él, Félix, sabe que sin Ralph, todos están perdidos, pero como él recibe aplausos, pasteles y medallas pues se le olvida, también Félix está en una zona de confort, y se le olvidó el otro, que es parte importante de su trabajo.
Y existe también un grupo que siempre estará haciendo que no creas en ti, el grupo del bullying, éste, puede venir de varios sectores, desde tu casa, familia y hermanos, hasta tus “amigos”, ellos siempre buscarán destruirte y destruir lo que sueñas, a lo mejor no tan drástico como le hicieron a Vanellope, pero si lentamente, con los “es peligroso, no vas a poder, y qué harás si no puedes, yo no te apoyaré, no eres realista” y un sinfín de cosas más que dicen o hacen para que no llegues a tus metas.
Sin embargo, enfréntalos como Vanellope, no eres una falla, estás hecho del mejor material, eres único/a y nadie hay como tú, por eso eres única/o. deja de llorar y levántate y camina.
Cualquiera que sea el papel que quieras jugar en la vida, siempre busca que sea un papel que no destruya a los demás, que no sea impuesto y que sea sin miedo.
Mi Ralph interno me dice, que no quiero, ni debo ser como los demás me dijeron que sea, soy lo que YO quiero ser, y no hay nadie que me lo impida, y como dice la oración del grupo “No hay nadie que quiera ser más que yo”.
Te invito a que reanalices tú interior, es verdad que eres eso porque tú quisiste, o fueron tus padres, tus profesores, tus guías, los que te llevaron a ser Médico, Ingeniero, Arquitecto, Licenciado, Pastor…
No sé, he visto tantas veces esta película, y cada vez le encuentro más sentido, ahora me toca redescubrir a mi Ralph, sobre todo porque mis hijos cada día me enseñan a que ellos son, y serán, lo que ellos quieran ser, y yo sólo camino con ellos, y ya, a mis 36 mi Ralph interno me dice “Soy malo y eso es bueno, yo jamás seré bueno y eso no es malo, No hay nadie que quiera ser más que yo".
Un saludo y un beso y abrazo enormes…
Pbro. Marco Antonio Meza-Flores
Teólogo y Psicólogo Clínico GJ
Director de Canah “Un lugar de esperanza”
reverendo_czy@hotmail.com