YO, TÚ, EL/ELLA, NOSOTROS

 

No podemos decir Tú o Él/Ella, mientras no aprendamos a decir Yo, pero no importa que aprendamos a decir Yo si cuando caminemos no encontramos el sabor de un Nosotros.
       CZY
 
Las circunstancias de la vida a veces nos plantean cosas que en realidad no son tan agradables para nosotros, muchas de ellas son más bien recuerdos que uno quisiera borrar, o personas que uno no hubiera querido conocer, pues, el simple hecho de recordarlas nos causan dolor.
Cuando inicie la idea de hablar del ego como herramienta que lastima, me enfrenté a la realidad que no era cierto, no es el ego el que lastima, no es el yo en sí mismo, sino la mala educación que le hemos dado a ese yo.
Regularmente culpamos a los demás de los que nos pasa, sólo recuerda cuando eras pequeño y te pegabas en la puerta, culpabas a la puerta porque ella te empujo, o cuando te tropezabas, culpabas al piso porque te hizo caer, es más cuando sin querer rompías algo, buscabas un culpable.
Yo tengo dos hijos hermosos, el mayor se llama Isaac, él a veces me dice: “Papá mi mamá me pegó” y le pregunto ¿por qué te pego hijo? Él me dice “no sé”. 
Entonces uno se puede preguntar ¿qué acaso la madre está loca, qué acaso culpa de su cansancio, estrés, ansiedades o qué sé yo a su hijo? La respuesta es lógica, no, ella no está loca (bueno algunas si), pero el niño tiene que escudarse y comienza a mentir.
Los padres regularmente hacemos que nuestros hijos no paguen las consecuencias de sus actos, pues ¡nos causa dolor verlos pagar sus errores!, pero esto no ayuda al niño, al contrario lo hace peor, en unos años el niño culpará a todos porque él no se quiere hacer responsable de lo que él con sus actos y con sus reacciones hace.
Podemos verlo ya maduros, recuerdo a una muchacha de Monterrey que fue entrevistada por haber chocado con un árbol, ella iba alcoholizada hasta el grado de caerse, manejaba su auto y chocó con un árbol, y cuando la entrevistan dice algo así: ¡Es que no entienden, me chocaron, como no lo pueden ver!, lo más probable es que sus papás la hayan solapado, 2 meses después volvió a pasar lo mismo, pero ahora si chocó contra otra persona que resultó herida.
El Yo, en una representación maligna del ego, lo podríamos definir como dice el buen Sergio Morales Bustos, parafraseo: “el yo busca siempre su satisfacción y se nota cuando dice me, mi, mío, para mí, porque a mí…, el yo busca siempre para él y se olvida de los demás”. Creo que ese es precisamente el Yo-Maligno.
Pero que del Yo-Benigno, ese que dice “caminemos juntos, encontremos un camino, sino hay, hagamos uno juntos y hagamos historia”.
Creo que ese es el que nos hace falta rescatar, el Yo-benigno, el Yo-profundo, el Yo-amoroso, el Yo que se presenta y deja de señalar y decir “tú me haces, tú me dices, por tú culpa, porque a ti no te gusta, porque tú querías”, aquel que deja de señalar y comienza a autoanalizarse y autocriticarse y a crecer.
El Yo-Benigno es un yo que antes de ver el “Tú o el Él/Ella” comienza con él mismo, deja de ver al otro u otra y comienza a verse a sí, y comienza a repararse a sí, y comienza a recrearse.
El Yo-Benigno es un yo que caza el Pensamiento Pasivo, que busca amarse para no dar migajas, que no le interesa la sugestión sino la asimilación y el insigh (darse cuenta, que le caiga el veinte, dar en el clavo, encontrarlo), el Yo-Benigno es aquel que se da, pero no se da para ver que gana, no se da para ver que saca, no se da para ver si le conviene, se da porque así lo desea, porque así lo quiere, porque así le gusta.
Llora, pero no culpa a otros de hacerlo, se queja, pero da soluciones al problema, sufre, pero no deja que el sufrimiento le gane, señala, pero aprende a dejar de hacerlo, se equivoca pero dice lo siento y lo repara, deja de culpar a los demás de que ¡lo hacen enojar! Y comienza a trabajar con su carácter.
El Yo-Benigno es aquel que deja de dar sobras cuando ama, ama y hace lo que quiera, pero de la misma forma ama y deja a los demás ser libre.
Pero qué pasa cuando el Yo es afectado, cuando no nos enseñaron a defenderlo desde pequeños, cuando nos enseñan a buscar culpables de lo que nos sucede, ¡qué si Dios por abandonarme, o el diablo por tentarme, que si el maestro me reprobó porque le caigo gordo o gorda, que si el jefe es muy maldito conmigo porque me tiene envidia, que si esto, que si el otro!
El Yo-Benigno claudica, se cansa, se esconde, se va hasta la profundidad del ser y desde ahí trata de salir, gritando, soñando, buscando, pero no lo logra porque nosotros alimentamos a veces más al odio y la descortesía que al amor y la cortesía, a la cofradía, al encuentro consigo mismo, es entonces que surge el Yo-Maligno.
Cuántas veces no vemos en el trabajo gente incompetente que porque tiene poder cree que puede humillar a los más débiles y desprotegidos, dicen en mi rancho “dale poder a un tonto y ve como se marea en un tabique”.
Cuando varios Yos-malignos se unen, es el caos, pero no hacemos nada, Jimi Hendrix lo dijo un día, “Cuando el poder del amor supere al amor al poder, entonces el mundo conocerá la paz” yo le agregaría y el Yo-Benigno será libre.
Bob Marley dijo: “si los hombres malos nunca dejan de trabajar, porque nosotros los buenos tendríamos que hacerlo”, y lo dijo cuando él estaba ardiendo en fiebre.
Jesús lo dijo: “ámense los unos a los otros como Yo los he amado, con eso todos sabrán que son mis discípulos, sabiendo que no venimos para ser servidos sino para servir”.
Las situaciones en la vida siempre son adversas, pero sugestionarte y creer que eres feliz es como dice Huxley “un mundo de fantasía y sin emociones, un mundo en donde el color estaba perdido, un mundo feliz, que no existe, pero que inventamos para anestesiar el placer y el dolor”, hacer eso sólo te traerá más dolor y como dice Cabral “te hará más pendejo”.
El Yo-Benigno es un Yo que usa los 9 sentidos en beneficio de todos y no de él simplemente, que mengua, para que Dios crezca dentro de él, esa luz universal que todos llevamos dentro, esa fuente de vida que dejo su huella imborrable en el corazón de cada uno de nosotros.
El Yo-Benigno es aquel que cuando se encuentra con él camina con todos y es entonces cuando se funde en el amor, en la cofradía, en el caminar todos y todas juntos por el mismo lugar, por la misma acera, por el mismo rumbo, que analiza y crece en amor, que no se convence por bellezas, dinero o por lo superfluo y fluctuante, que descubre y comparte el sentido de amistad y de amor pues está marcado en su corazón, que se entrega, que se da.
El Yo-Benigno es aquel que cuando se encuentra busca al nosotros porque es en nosotros en donde sirve, pues “el que no vive para servir, no sirve para vivir”.
El Yo-Benigno no es reactivo, sino proactivo, el Yo-Benigno nos enseña a morir, pues morir es desnudarnos de todo, desprendernos de todo aquello que no me hace ser, que no es de mi esencia, pues sabe que la vida es morir antes de morir, para que descubramos que no existe la muerte, sino es un proceso para la unión con la vida pura, majestuosa, libre, transparente.
Mientras sigamos haciendo lo mismo, de la misma forma, entonces seguiremos teniendo los mismo resultados, deja que tu Yo-Maligno muera, deja de darle poder, deja de alimentarlo, deja que desaparezca, comienza a dejar de hablar de “tú me hiciste, o él me dijo o ella hablo de mi” y comienza a ser responsable y si es necesario decir, “yo me siento así, yo me hago el daño, yo me enojo” pero úsalo para cambiar y decirte “yo soy mejor cada día, soy amoroso, soy capaz, soy hijo del eterno creador, soy amado y amo”.
Pero no te quedes allí y camina, en ese camino encontraras a otros Yos-Benignos, que quieren crecer, que quieren dejar de señalar y de señalarse, que quieren aprender a aprender, y que están dispuestos a ser guiados y a guiar.
Entonces ese Yo-benigno deja de ser Yo y se convierte en un sublime Nosotros, pero ese nosotros es cómo dijera Jesús un nosotros que cuando lo ven no dejan de decir, “No cabe duda, esos son hijos del creador del universo, ve como se aman.”
Si acaso tu Yo–Maligno reina en ti, no te preocupes trabájalo, y deja que el Yo-Benigno comience a crecer, busca a la gente adecuada, busca las lecturas adecuadas, busca una religión adecuada, el Dalai Lama dice: “La mejor religión es aquella que te hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético... La religión que consiga hacer eso de ti es la mejor religión”. 
Pero sobre todo busca al creador, pues él no tiene un Yo para él mismo, sino un Yo para nosotros, pues es él en nosotros y quiere que nosotros seamos en él.
 
Pbro. Marco Antonio Meza-Flores
Teólogo y Psicólogo Clínico
reverendo_czy@hotmail.com
 

SANJUANITA ALEMÁN CASTILLO

Nutrióloga

Contactos al cel. (899) 113-75-92

Estudio la Licenciatura en Nutrición en la Universidad Autónoma de Tamaulipas y la Maestría en Ciencias y Tecnología de los Alimentos en la misma institución.
Es creadora del juego didáctico Armando A. Nutricio que enseña los principios básicos de la nutrición y alimentación que está por salir este año.
Ha laborado en la Secretaria de Salud y en el DIF  y es actualmente docente de la Universidad Valle de México, así como nutrióloga de este centro.
Conferencista nacional.

 

 

 

Canah se ha distinguido por la excelencia en su personal y por las técnicas de mayor alcance y de mayor impacto, tomando en cuenta lo viejo, lo nuevo y lo que se está creando dentro del campo científico al día.

 

Es por eso que cuenta con terapeutas de primer nivel en las áreas más contemporáneas. Así mismo contamos con investigaciones científicas pues tiene su propia editorial y es precursora de escritores y científicos. En su filas contamos con:

 

  • Nutrióloga: Una de las mejores del país, creadora de un juego didáctico de aprendizaje.
  • Psicólogo Transpersonal, Neurocoaching y biodecodificador de energías certificado a nivel mundial.
  • Psicóloga de sordos y Tanatóloga. Una de las pocas en el país y creadora de libros didácticos para ellos
  • Psicólogo Gestáltico-Jungiano, Tanatólogo, Perfilador y especialista en parejas. Uno de los pocos en el mundo que ha combinado la gestalt y la psicología profunda para crear una técnica llamada ARyS (Aliviar, Restaurar y Sanar).
  • Psicotarotólogo. Otro de los pocos en el País en hacer este tipo de terapias. A veces se confunden con la idea gitana de la adivinación, pero la psicotarotología habla del aquí y el ahora a través de los arquetipos y los símbolos que tu psique representa en las cartas, una técnica compleja pero hermosa
  • Psicólogo infantil. El más joven de todos, pero no por eso el de menos experiencia.